viernes, 4 de noviembre de 2011

ROSA ELVIRA PORTOCARRERO GRANDEZ

LOS PLANES DE BENEFICIOS SOCIALES   EN  NUESTRO SISTEMA EDUCATIVO ACTUAL
  Se sabe que los planes de  beneficios sociales tienen muchas ventajas, tanto para la organización como para los empleados y también extenderse a la comunidad.
 
Para la organización


ü  Eleva la moral de los empleados
ü  Reduce la rotación y ausentismo
ü  Eleva la lealtad del empleado
ü  Aumenta el bienestar del empleado
ü  Facilita el reclutamiento y retención del empleado
ü  Aumenta la productividad y disminuye el costo unitario el trabajo
ü  Demuestra las directrices y propósitos de la empresa hacia los empleados
ü  Reduce molestias y quejas
ü  Promueve relaciones publicas con la comunidad
 
Para los empleados
ü  ofrece ventajas no monetarias
ü  Ofrece asistencia para solucionar problemas personales
ü  Aumenta la satisfacción en el trabajo
ü  Contribuye al desarrollo personal y al bienestar individual
ü  Ofrece medios para mejorar las relaciones entre los empleados
ü  Reduce sentimientos de inseguridad
ü  Ofrece oportunidades adicionales de asegurar el status social
ü  Ofrece compensación extra
ü  Mejora las relaciones con la empresa
ü  Reduce las causas de insatisfacción
 
            Pero, ¿Cómo inciden estas ventajas en el sector educación, que actualmente cuenta con dos leyes en vigencia?, si nos ponemos a pensar en ello, encontramos un gran descontento por la  falta de equidad respecto a otros sectores y dentro del mismo sector, encontramos insatisfacción y mal trato a los docentes respecto a  los distintos beneficios sociales a los que estos pueden acceder.
            Antiguamente, el docente contaba con un cierto estatus socioeconómico y tenía mejores beneficios, como por ejemplo contaba con un carnet de medio pasaje, el sistema de jubilación de los de la Ley 20530 era a los 25 años las mujeres y a los 30 los varones, lo que benefició sólo a un pequeño grupo de maestros; en cambio, la mayoría de profesores que están en la Ley 19990, pueden acceder a su jubilación, tanto hombres y mujeres, al cumplir los 65 años de edad.
            Por otro lado aunque hay estabilidad, los sueldos están estancados para los docentes que están al amparo de la Ley del profesorado N° 24029, que son la mayoría,  y, en promedio, los ingresos son menores a los de otros profesionales, por lo que el maestro tiene que ocupar su tiempo dedicándose a otros trabajos o el sector privado y su nivel de rendimiento se ve disminuido en su aula, y el acceso a la actualización y a la innovación muchas veces se ve inalcanzable debido a los altos costos que estos tienen si se desea acceder a una institución que brinde calidad. Por otro lado, las remuneración económica respecto al docente del I nivel, casi no se distingue del docente que está en el II, III, IV o V nivel; sin embargo esto no sucede con los docentes que están bajo el amparo de la Ley de la Carrera Pública Magisterial, pues el sueldo depende del nivel a que haya accedido el maestro y hay marcadas diferencias entres un nivel y otro, pero en esta ley ya no hay garantía de una estabilidad laboral, entonces se nota que hay una polarización dentro del mismo sector respecto a los incentivos y a los beneficios sociales.
            El trato desigual a los docentes también se hace notar en las dos leyes antes mencionadas respecto a ciertas bonificaciones como tiempo de servicio, luto, sepelio, etc. que en la Ley 29062, se ven recortados automáticamente; así como también el derecho a la sindicalización que en la Ley de la Carrera Pública solo se menciona y en la Ley del Profesorado se detalla.
            Entonces se puede concluir que en el sector educación hay un trato desigual respecto a los incentivos y los beneficios sociales dentro del mismo sector y también en relación con otros sectores, lo que incide negativamente en el desempeño docente, pues no se siente motivado y su calidad de vida es inadecuada; pero aún nos queda el agrado de ser docentes y seguiremos bregando y enfrentando los obstáculos y llegando a la verdadera satisfacción en las aulas, cuando vemos la transformación de esos seres que están bajo nuestra responsabilidad; entonces seguiremos recordando la frase del gran maestro Ricardo Dolorier: “Ser maestro en el Perú es una forma peligrosa de vivir, se maestro en el Perú es una forma muy hermosa de morir”.

No hay comentarios:

Publicar un comentario