LOS PLANES DE BENEFICIOS SOCIALES EN NUESTRO SISTEMA EDUCATIVO ACTUAL
Se sabe que los planes de beneficios sociales tienen muchas ventajas, tanto para la organización como para los empleados y también extenderse a la comunidad.
Para la organización
Para la organización
ü Eleva la moral de los empleados
ü Reduce la rotación y ausentismo
ü Eleva la lealtad del empleado
ü Aumenta el bienestar del empleado
ü Facilita el reclutamiento y retención del empleado
ü Aumenta la productividad y disminuye el costo unitario el trabajo
ü Demuestra las directrices y propósitos de la empresa hacia los empleados
ü Reduce molestias y quejas
ü Promueve relaciones publicas con la comunidad
Para los empleados
Para los empleados
ü ofrece ventajas no monetarias
ü Ofrece asistencia para solucionar problemas personales
ü Aumenta la satisfacción en el trabajo
ü Contribuye al desarrollo personal y al bienestar individual
ü Ofrece medios para mejorar las relaciones entre los empleados
ü Reduce sentimientos de inseguridad
ü Ofrece oportunidades adicionales de asegurar el status social
ü Ofrece compensación extra
ü Mejora las relaciones con la empresa
ü Reduce las causas de insatisfacción
Pero, ¿Cómo inciden estas ventajas en el sector educación, que actualmente cuenta con dos leyes en vigencia?, si nos ponemos a pensar en ello, encontramos un gran descontento por la falta de equidad respecto a otros sectores y dentro del mismo sector, encontramos insatisfacción y mal trato a los docentes respecto a los distintos beneficios sociales a los que estos pueden acceder.
Antiguamente, el docente contaba con un cierto estatus socioeconómico y tenía mejores beneficios, como por ejemplo contaba con un carnet de medio pasaje, el sistema de jubilación de los de la Ley 20530 era a los 25 años las mujeres y a los 30 los varones, lo que benefició sólo a un pequeño grupo de maestros; en cambio, la mayoría de profesores que están en la Ley 19990, pueden acceder a su jubilación, tanto hombres y mujeres, al cumplir los 65 años de edad.
Por otro lado aunque hay estabilidad, los sueldos están estancados para los docentes que están al amparo de la Ley del profesorado N° 24029, que son la mayoría, y, en promedio, los ingresos son menores a los de otros profesionales, por lo que el maestro tiene que ocupar su tiempo dedicándose a otros trabajos o el sector privado y su nivel de rendimiento se ve disminuido en su aula, y el acceso a la actualización y a la innovación muchas veces se ve inalcanzable debido a los altos costos que estos tienen si se desea acceder a una institución que brinde calidad. Por otro lado, las remuneración económica respecto al docente del I nivel, casi no se distingue del docente que está en el II, III, IV o V nivel; sin embargo esto no sucede con los docentes que están bajo el amparo de la Ley de la Carrera Pública Magisterial, pues el sueldo depende del nivel a que haya accedido el maestro y hay marcadas diferencias entres un nivel y otro, pero en esta ley ya no hay garantía de una estabilidad laboral, entonces se nota que hay una polarización dentro del mismo sector respecto a los incentivos y a los beneficios sociales.
El trato desigual a los docentes también se hace notar en las dos leyes antes mencionadas respecto a ciertas bonificaciones como tiempo de servicio, luto, sepelio, etc. que en la Ley 29062, se ven recortados automáticamente; así como también el derecho a la sindicalización que en la Ley de la Carrera Pública solo se menciona y en la Ley del Profesorado se detalla.
Entonces se puede concluir que en el sector educación hay un trato desigual respecto a los incentivos y los beneficios sociales dentro del mismo sector y también en relación con otros sectores, lo que incide negativamente en el desempeño docente, pues no se siente motivado y su calidad de vida es inadecuada; pero aún nos queda el agrado de ser docentes y seguiremos bregando y enfrentando los obstáculos y llegando a la verdadera satisfacción en las aulas, cuando vemos la transformación de esos seres que están bajo nuestra responsabilidad; entonces seguiremos recordando la frase del gran maestro Ricardo Dolorier: “Ser maestro en el Perú es una forma peligrosa de vivir, se maestro en el Perú es una forma muy hermosa de morir”.
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